lunes, 31 de octubre de 2011

Lento y eterno Octubre.

Un mes. Un mes ha pasado ya, y ellas todavía siguen cayéndose, y resbalándose por mi piel hasta secarse. Es imposible evitarlo, cuando cualquier día, cualquier 18 de cada mes; cualquier cosa que haces, comes, escuchas, dicen, hacen, piensas, miras, recuerdas e intestas olvidar, te lo sigue recordando. Te sigue recordando que hasta hace un mes eras feliz. Una felicidad que parecía ser eterna y que realmente nunca lo será.
Impotencia.


Un mes de amargura de muchos que quedan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario